Seguro que alguna vez has visto a alguien pedir un café escocés en un bar o restaurante. Quizás incluso tú mismo seas un asiduo o asidua. El café escocés ha ido ganando fama en todo el mundo por méritos propios y eso que en este caso no hablamos de la materia prima, sino de la forma de prepararlo.
¿Pero cuál es el secreto para que un país logre instaurar su propia manera de hacer café a nivel mundial? Pues como imaginarás, viniendo de Escocia, el secreto no podría ser otro que el whisky.
Para quienes aún no tengan el placer de haberlo probado, el café escocés es una mezcla de café, whisky y un poquito de azúcar. Hay quien le añade otro ingredientes como el helado de vainilla, pero en la Escocia más profunda no suele añadirse ni el azúcar. Al final todo depende de los gustos de cada uno.
Café Escocés | Aprende a prepararlo de la mano de Café Ético
Preparar un buen café escocés no es tan sencillo como parece. Por supuesto, todo el mundo es capaz de mezclar un poco de café y whisky en un vaso y habrá quien afirme que con eso basta. Pero en nuestra opinión, un verdadero café escocés se caracteriza por muchos otros matices y detalles, además de algún que otro ingrediente adicional.
Sorprende a tus invitados con un café diferente que difícilmente podrán olvidar. Eso sí, mucho ojo con los menores porque no olvidemos que contiene alcohol.
Ingredientes Café escocés
- Café
- Azúcar
- Whisky
- Helado de vainilla
- Barquillo
Como comentábamos anteriormente, no es estrictamente necesario que el café escocés lleve todos estos ingredientes. Todo dependerá del nivel de detalles que quieras darle.
Empezaremos sirviendo un poquito de whisky en el culo de una taza. La cantidad dependerá del gusto de quien lo vaya a consumir, pero recomendamos no pasarnos mucho si no queremos que nos quede muy fuerte. Zonas Azules
Por otro lado, prepararemos café de la manera habitual y una vez esté listo, lo añadiremos a la taza donde habíamos vertido el whisky anteriormente. A continuación, endulzaremos al gusto añadiendo azúcar.
Y ahora es cuando añadimos nuestro toque especial. Especialmente, si tus invitados o amigos son golosos, agradecerán una buena bola de helado de vainilla en la superficie. Dependiendo de lo caliente que hayamos servido el café, el helado terminará más o menos en derretirse. Se trata de darle un toque distintivo y disimular el característico sabor del whisky con un toque dulce, que sin eliminarlo del todo, combina de maravilla.
Para terminar, espolvorearemos un poquito de café soluble o cacao en polvo por encima del helado y por último, clavaremos el barquillo de forma estratégica para darle a nuestro café ese aire veraniego y profesional y hacerlo aún si cabe más apetecible.
Fácil, ¿verdad? Pues con este vídeo explicativo que hemos encontrado ya no te quedará ni una sola duda acerca de cuándo realizar cada paso:
Quizás el whisky eche para atrás en un primer momento, pero te aseguramos que si añades lo justo y culminas con estos detalles tan dulces, el sabor será sencillamente delicioso. ¿No te lo crees? ¿Y por qué no lo pruebas tú mismo?
La próxima vez que recibas a invitados para comer o cenar, sorpréndeles con un café de lo más especial en la sobremesa. ¡Van a alucinar con el sabor!
Café escocés
Seguro que alguna vez has visto a alguien pedir un café escocés en un bar o restaurante. Quizás incluso tú mismo seas un asiduo o asidua. El café escocés
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2024-12-09
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